¿Qué nos trae el eclipse?
Este eclipse sucede en una luna nueva en el grado “0” de cáncer. Una excelente temporada para fines y grandes comienzos. Se trata de fluir, limpiar nuestra mente, nuestros espacios, que nuestras emociones reluzcan de nuevo.
El solsticio también ocurre unas horas antes, esta energía nos conecta con un renacimiento para abrirnos a los sueños de nuestro corazón.
Cambian los nodos. El nodo norte que se encontraba en Cáncer pasa a Géminis, en Cáncer se nos estaba invitando a volver a casa, a nuestro templo, a conectar nuevamente con nuestro yo soy, a sanar mi relación con mi casa y mis hermanos.
El nodo sur en Capricornio nos obligaba a romper las estructuras en nuestra vida, las viejas creencias, el viejo orden.
Ahora en el nodo norte en Géminis se nos sigue invitando a seguir mirando con curiosidad, con meditación todo lo que hemos vivido, lo necesitamos transformar para crecer.
El eclipse en Cáncer nos transforma en el lado emocional, nos coloca en el sitio donde nos corresponde trabajar, se nos integra en el lado emocional de la vida para sentir lo que se siente. Cuando conectamos con nuestras emociones podemos mirar los contrastes de todos nuestros actos.
Sabemos de igual manera que el 18 entro Mercurio en retrogrado y que se nos obligo de cierta manera a guardarnos y reconectar con nuestra consciencia superior. Puedes darle una vista si aún no has leído sobre el mercurio
Hemos caído en la ilusión de estar separados, de nos “ser uno”, quizá el trabajo, la rutina nos hizo olvidarnos que todos somos uno y que tenemos que volvernos a la consciencia de que todos somos hermanos, hijos de la tierra y solo hay un tiempo para vivir y disfrutar.
Transmutar, trasformar y renacer en el aprendizaje. Este es el mensaje de este próximo fenómeno astrológico que nos invita a amar nuestro templo, nuestro cuerpo, a honrar nuestras emociones y sentimientos.
Se te invita a desde hoy tomarte unos minutos diarios para analizar y ser consciente de tus emociones. Para soltar para fluir. Para estar listos al despertar de consciencia armónica con el universo.