Apenas pasa un día sin que escuchemos sirenas: la policía corre para detener un crimen o ayuda a las personas victimizadas, los bomberos compiten para apagar incendios en hogares y empresas, los técnicos de emergencias médicas para rescatar y tratar a las personas heridas. Es importante bendecir a los rescatistas y a los rescatados.
Cuando escuches una sirena, deja de hacer lo que estás haciendo. Respira hondo y céntrate y enráizate. Si estuvieses en necesidad, esas sirenas podrían dirigirse a tu dirección. Di estas palabras:
Bendiciones de velocidad y seguridad para aquellos que van a ayudar a alguien.
Bendiciones para la curación y la seguridad de aquellos que esperan ayuda.
Bendiciones a todos en las carreteras y a sus destinos
O acortarlo:
Bendiciones para ti y
A dónde vas.
Respira hondo otra vez y sopla la energía de tierra para que siga las sirenas.
Escrito por BARBARA ARDINGER
Traducido y adaptado por Templo Dragón
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