Trabajamos, nos preocupamos, pagamos las facturas y hacemos citas. Cuando estamos ocupados, suelen ser nuestras empresas más íntimas las que se apartan: las relaciones descuidadas, la creatividad abandonada, el auto-cuidado perdido.
Hoy, cuida de los detalles mundanos de tu vida y haz espacio para soñar. Lleva tu almuerzo a un lugar tranquilo, dejando al equipo de trabajo o tu familia detrás. Si trabajas fuera de la casa, usa tu tiempo de viaje para ponerte en contacto con tus deseos más profundos. Pregúntate:
¿Cuál es el deseo de mi corazón?
Escucha atentamente lo que surge. Pregunta:
¿Dónde plantaré estas semillas?
Identifica una franja de media hora en tu día en que podrías invertir con regularidad en tus sueños. Cuando la semilla es plantada, nuestros deseos más profundos crecen. El año que viene podrías tener un manuscrito terminado, escrito en ratitos de media hora en el almuerzo, o una práctica curativa diaria como la meditación, realizada totalmente en el transporte público. Hoy, planta la semilla tus deseos más profundos.
Escrito por su autora, Dallas Jennifer Cobb
Traducido por Templo Dragón
Publicado por Llewellyn Worldwide Ltd. ® ™ ©