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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Las Disir: Nuestras Antepasadas, Nuestras Madres.

Las Disir simbolizan la fertilidad, la tierra (entendida como territorio) y la maternidad; son tan antiguas como el tiempo, han sido consideradas tanto como protectoras del Pueblo, del Clan como de la línea de sangre de nuestros antepasados y por lo tanto también de nuestra Religión. No nos será difícil (ni mucho menos improbable) atraer la atención de estos espíritus cuando vean sincera, leal y honorable nuestra intención de volver a los “Antiguos Modos” de religión…que, aunque versados para nuestros tiempos (todo evoluciona) se sigue basando en los principios innatos que caracterizan nuestro origen como religión y caracterizaron al paganismo germano como cultura.
 
Con la llegada de estas poderosas entidades espirituales cuya antigüedad y origen es improbable calcular con exactitud, podremos observar personalmente y de manera concreta el poder benéfico que pueden ofrecernos y comprenderemos de manera más profunda las razones que movieron a nuestros antepasados a tomarse en serio a las Matronas.
 
Las Matronas enraízan dentro del concepto arquetípico de mujer y madre que es innato en todos los seres humanos, incluidos los varones, todos hemos sido gestados por una mujer y son esas mujeres las que nos cuidan, ya sea en modo “vivo-terrestre” o espiritual, cuando ellas han abandonado el mundo de la materia visible.
 
Con el término Matronae nos referimos a tríadas de diosas asociadas con la fertilidad que fueron veneradas en zonas concretas de Europa entre los siglos I y V d.C. Aunque el origen se les supone bastante más antiguo (se ha relacionado con la cultura de La Tène, II Edad del Hierro), las representaciones plásticas que conservamos de ellas proceden de esta época. Las zonas en las que podemos encontrar restos de este culto son Germania (especialmente la zona del bajo Rhin), la Galia oriental y el norte de Italia y de la Península Ibérica. Existen más de 1100 placas, altares y estatuas inscritas que sobrevivieron, y varios sitios de templos diseminados por toda Europa
 
Estas diosas aparecen de tres en tres, rodeadas de frutas y animales, y normalmente con un pecho descubierto, aludiendo también de esa manera a la maternidad. Las inscripciones que se conservan están escritas en lenguajes celtas o germánicos y muchas veces dan gracias a estas divinidades por su protección, por lo que quizá se les podría aplicar también esta característica. En ocasiones, podrían ser asimiladas también a diosas de la tierra y adquirir nombres que aludían a los localismos de las zonas en las que se les rendía culto; es por esto por lo que muchas veces es complicado discernir en las inscripciones si se habla de ellas o de otras divinidades. Encontramos también nombres de estas diosas relacionados con etnias concretas, como por ejemplo las Hiannanefaticas, a las que los cananefates rindieron culto en la actual Holanda.
 
En cuanto al origen, si observamos la cronología de las inscripciones, podríamos casi asegurar al cien por cien que es germánico. Aunque el origen de las Disir-Matronae no es romano, sí que esta civilización asumió su culto y ayudó a difundirlo. Es más, quizá, si no fuera por las inscripciones germanas, los historiadores hubieran concluido que el origen de las Matronae era romano.
 
 
Fuente: Blog de la Confesión Odinista Española

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