Guardar viejas heridas y pensamientos vengativos sólo drenan tu energía positiva emocional. Los sentimientos de ira y las viejas heridas deben ser liberados de forma constructiva. El perdón crea un sentimiento de auto-aceptación, mejora el bienestar de la persona, y trae una sensación de liberación muy grande. Si tú liberas a través del perdón aquellos sentimientos que llevas mucho tiempo reprimiendo, estarás al mismo tiempo liberando a tu ser de las barreras que lo bloquean.
Toma una pieza de obsidiana negra, o en su defecto cualquier cristal, y sal a caminar al río más cercano.
Encuentra un punto tranquilo y silencioso, y siéntate confortablemente. Sostén el cristal con ambas manos. Reflexiona en aquellos eventos que te han perturbado, y encuentra la verdadera fuente de ira en ellos.
Desahógate, llora si así lo necesitas, y en silencio comienza a derramar y enfrascar todos tus sentimientos negativos dentro del cristal. Recita entonces una afirmación relevante para liberarte de la ira. Por ejemplo, podrías decir algo muy simple como
Dejo lo que me hace daño, dejo lo que no me hace bien, dejo el dolor, el rencor
Repite la afirmación que haya sido de tu elección siete veces. Arroja, tanto fuerte como te sea posible, el cristal al río. Camina a casa, sin mirar atrás.
Escrito por su autora, S.Y. Zenith
Traducido por Templo Dragón
Publicado por Llewellyn Worldwide Ltd. ® ™ ©