Uno de los rostros de la Diosa es el de la Madre Nutricia, la que alimenta, la que atrae a si la abundancia para que su hogar sea cálido, amoroso y reconfortante, tanto para ella como para todo el que entre.
Para conectar con la sagrada y abundante energía femenina que mora en ti puedes armar tu propio altar a la Diosa del cereal. Esta puede ser originaria de la tierra en la que vives o de la cual vienes o una con la que sientas profunda conexión o llamado.
En el suelo o en una mesita dispón un paño color naranja, amarillo o dorado de forma circular -puedes plegarlo o recortarlo si es necesario.
En el oeste pon una calabaza cortada al medio, ahuecada, llena de maíz o del cereal que corresponda a esta deidad. En el este, enciende velas para iluminar Su templo, en el norte, agrega plumas y sahumerios de aromas dulces para despertar la energía, y en el sur da tus ofrendas de agua, vino o cerveza .
Antes que las ofrendas se pudran -la comida y la bebida- puedes enterrarlas como agradecimiento a la tierra, para que la alimente.
Canta todos los días a tu Diosa y conecta con el poder de la abundancia de la Madre Tierra, vuelve a empoderarte a través de ella y deja que las bendiciones se derramen a tus pies
Una vez por semana, o cuando lo sientas desarma el altar, límpialo, cambia los objetos, y renuevalo.
La Gran Maga