Menu
header photo

Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Madre Osa

¿Cuál es el animal más peligroso del bosque? Una madre osa protegiendo a sus pequeñuelos; no existe criatura más feroz ni peligrosa. Sabe lo que debe hacer para tenerlos a salvo; y son su primera preocupación. Punto. Pero también sabe qué enseñarles para que cuando llegue el momento, sepan vivir independientes sin ella.

Criar hijos en general, e hijas en particular, o sanar la relación con nuestra madre y aprender a cuidar de nosotras mismas, nos hace necesario recuperar nuestro conocimiento instintivo, esas partes de nuestra biología que la cultura ha ido eliminando sistemáticamente a lo largo de miles de años. Esta energía está simbolizada por la Madre Osa en muchas culturas tradicionales.

La única manera de criar a una hija sana y orgullosa de sí misma, o sanar la relación con nuestra madre, es entrar en el territorio de la Osa. La única manera de llegar a ser la madre que siempre deseaste tener es entrar en el territorio de la Osa. Para oír nuestra sabiduría maternal y dejarla circular por nosotras a fin de que nos guíe en la tarea de ser madre, propia o de otra persona, necesitamos volvernos feroces y receptivas al mismo tiempo. Si estás criando una hija, debes estar dispuesta a abrirte a ese lugar interior donde encuentras la voluntad para sacrificar tu vida, o la de otra persona, o sacrificar cualquier otra cosa por tu hija. Y, paradójicamente, esto también significa saber en qué momento renunciar al sacrificio por su bien y por el tuyo. Del mismo modo, si quieres sanar tu relación con tu madre, has de aprender cuándo cuidar de ti misma y cuándo cuidar de otros.
Todas nacemos con algo de la energía de la Madre Osa. Los procesos que llevan al nacimiento de un bebé (gestación, labor del parto, parto y período posparto) están configurados para saturarnos de las hormonas y las emociones que necesitamos para acceder a esta energía. Pero actualmente hay poquísimas madres osas realmente feroces custodiando a sus pequeñuelos. ¿Adónde se ha ido esa energía Madre Osa de las madres humanas, y cómo podemos recuperarla cada una de nosotras? Durante muchísimo tiempo la cultura ha despreciado, desatendido o degradado nuestros instintos femeninos, por lo que la mayoría de las mujeres nos sentimos bastante ambivalentes respecto a lo que sabemos en lo profundo de nuestro interior. No hablamos mucho de esto porque no queremos parecer tontas, incultas o poco científicas. Y, lógicamente, también deseamos que todo el mundo nos quiera, entre ellos nuestras hijas, nuestro marido, nuestros amigos o nuestro amante.

¿Dónde está la Madre Osa? ¿Cómo es que ese instinto tan potente se ha enterrado o deformado? ¿Cuál es su expresión total y natural? ¿Cómo puede cada una de nosotras recordarla y aplicarla como es necesario a "nuestra" vida? No me entiendas mal. El instinto biológico inconsciente y el instinto biológico que la conciencia y la elección afinan y afilan son dos cosas distintas. Recordar nuestra sabiduría instintiva no significa negar nuestro intelecto ni los aportes de la ciencia. Significa usar nuestro intelecto junto con nuestra sabiduría instintiva o natural.

Abrirte al poder de tu instinto de Madre Osa te abrirá a intensidades de sentimientos que ni siquiera sabías que poseías y al amor más enternecedor que te puedas imaginar. Al comienzo del último capitulo de mi primer libro, Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer, escribí: "En nuestro cuerpo llevamos no sólo nuestro propio dolor, sino también, aunque sin saberlo, el de nuestras madres y abuelas". Cuando escribía este libro he sentido con más fuerza que nunca la verdad de esta afirmación. Espero que tú también la sientas, porque cuando lo hagas descubrirás muy pronto que ese lugar de sentimiento es la puerta por la que debes pasar si quieres crear una vida verdaderamente dichosa, creativa y plena para ti y para tus hijas.

Fuente: Christiane Northrup.

Go Back

Comment