Este es un pequeño ritual de agradecimiento, ya que cada inicio de mes tenemos ese sentimiento de esperanza como si de abrir un regalo se tratara, pero nos olvidamos de dar las gracias por el regalo al finalizar el mes.
Cada mes tiene sus aspectos interesantes.
¿Cómo ha sido este mes que terminamos?
¿Iniciaste un nuevo proyecto el cual no terminas aún, o terminaste un proyecto que iniciaste meses anteriores o bien iniciaste y terminaste un proyecto.?
¿El resultado de tus proyectos ha sido bueno, malo o regular?
¿Podrías haber hecho las cosas diferente, pusiste todo tu esfuerzo en ello, o te falto algo por hacer?
Vamos a utilizar una vela blanca, una hoja (o varias) de papel, no importa el color o si alguna esta decorada, lo importante es que sea un espacio donde te guste escribir; toma un incienso que sea de tu agrado, aquel que te haga sentir relajado y feliz.
Tomate un tiempo para hacer este ritual.
Enciende la vela y el incienso. Frente a la vela, coloca tu hoja, en ella vas a escribir por lo tanto debes estar en un lugar apropiado.
Respira profundamente tres veces mantén tus ojos cerrados en estas respiraciones.
Ahora en la hoja pondrás como título el nombre del mes, en este caso es Septiembre.
Observa el título, mientras visualiza en tu mente el mes que está a punto de terminar, mira todo lo que viviste, no importa el orden, es muy probable que los primeros momentos que recuerdes sean los más recientes. No te estreses si no recuerdas los primeros días.
Mientras más claro se va haciendo el recuerdo, escribe una palabra o frase que represente ese momento; no te limites al escribir las frases o palabras como una lista, puedes hacer letreros por cada palabra, un mapa mental, dibujos que representen el concepto, aplica tu creatividad..
Cuando sientas que ya has terminado, observa tu lista, y ve agradeciendo por cada cosa que ves, si hay algo que no te hizo feliz, te causo pena, dolor, di: "No hay nada que pueda alterar mi paz y tranquilidad interna, este suceso (refiriéndote al ese que te causo pesar) ha venido a enseñarme una lección, me ayudará a ser más fuerte, inteligente, más sabio; puede ser que aún no entienda lo que viene a enseñarme, pero yo lo bendigo, lo acepto, reconozco mi responsabilidad en él, lo agradezco, lo veo tal como fue, y no guardo sentimientos de culpa, rencor, odio, porque nada es más fuerte que yo y en mi sólo hay paz, amor y tranquilidad".
Cuando encuentres algo que te hizo muy feliz, sonríe y di: "Este momento me ha regalado la posibilidad de conocer la felicidad, y la mantengo dentro de mi, no hay nada que borre este sentimiento, y de él también he aprendido una lección. Bendigo este momento, lo agradezco, lo acepto y entiendo la responsabilidad que tengo en él".
Coloca tu hoja sobre tu pecho y di mientras miras la llama de la vela:
"Gracias hermoso Septiembre,
Gracias por tus días soleados, tus días grises,
Gracias por tus noches oscuras, por tus noches estrelladas.
Gracias por tu calor y por tu frío.
Te bendigo septiembre porque hoy soy una persona más sabia gracias a ti.
Bendigo tus 30 días, las sonrisas, las lágrimas, porque estoy con vida.
Sé que pude haber hecho las cosas diferentes, pero no hay culpa, esto lo recordaré para evitar cometer errores por distracción, por falta de trabajo, yo tengo todo para hacer las cosas mucho mejor.
Te despido con amor y gratitud y así me dispongo a recibir el nuevo mes que será mejor aún, prometo trabajar cada día para ser una mejor persona, aplicaré el conocimiento adquirido, recordaré las lecciones.
Feliz partida Septiembre, y feliz reencuentro.
¡Así sea!"
Guarda tu hoja en un lugar donde vayas colocando la hoja de cada mes, que sea un lugar que reconozcas como el cajón, la caja, el sobre de la gratitud.
Templo Dragón