Muy probablemente lo has encontrado en el suelo, en restos de madera de árboles normalmente planifolios como los robles o las hayas, nutriéndose de madera putrefacta o en heridas en los troncos de los árboles, durante el otoño sobre odo en noviembre-diciembre.
Los dedos de muerto que se observan es el cuerpo fructífero del hongo que aparece cuando va a realizar la reproducción sexual. Durante la primavera, este hongo dispersa conidios para su dispersión mediante reproducción asexual.
Cuando los cuerpos fructíferos son jóvenes tiene un aspecto pardo claro, a veces harinosa, oscureciéndose a medida que envejecen hasta un color negro cuando están maduros y hacia el final con un aspecto verrugoso debido a que los ascomas de forma de botella ya tienen su ostiolo. En ocasiones pueden ser verde o azul claro como en la fotografía, lo que les da un aspecto más aterrador.
Estos hongos actúan como senadores que limpian la materia orgánica muerta descomponiéndola de forma que las plantas puedan usarla como nutrientes.
El hongo en sí es el resultado de un problema previo, ya que nunca invade a un árbol saludable. Los árboles infectados comienzan con lesiones en la corteza, pero también pueden verse afectados en sus raíces, que poco a poco se va pudriendo.
No deben consumirse, ya que se alimenta de la materia orgánica muerta y puede causar envenenamiento.
Este hongo no tienen valor gastronómico y, además, su consumo puede ser peligroso.
Otras de las curiosidades que se asocia a estos hongos es la creencia de que la madera que ha sido afectada por los dedos de muerto es más adecuada para fabricar violines. La razón son los compuestos químicos presentes en el material: el tirosol, el antifúngico xilaramida y la sordarina.
Fuentes:
cienciaybiologia.com, Vix. Esciencia, enlareposera.