Se llama capotain y consistía en un sombrero con corona en forma de cono truncado que usualmente contenía un cinturón alrededor de la base de la corona.
Su asociación con el ocultismo esta originado en la mitología nórdica: Odín, el padre de todos, solía viajar por Midgar disfrazado como viajero trotamundos, vestido con una capa gris o azul, un bastón (su lanza camuflada) y un sombrero de ala ancha. El gran dios de un solo ojo fue quien inspiró esas imágenes modernas que se tienen del clásico "mago".
Pese a esto, si uno desea incorporar este tocado a sus herramientas ritualísticas, deberá tener en cuenta el significado y la simbología de las formas.
La opinión más extendida es que la punta del sombrero funciona como la punta de una pirámide, de forma que el descenso de la energía que se condensa en un punto (el pico) va amplificándose, evolucionando, fortificándose, multiplicándose hasta que toma contacto con el chacra coronario y por ende a todo el sistema energético de nuestro cuerpo.
Además, el sombrero funciona como protección del cuerpo etérico (si se consagra como tal).
Otras opiniones mantienen que la punta hacia arriba, como por ejemplo los cipreses en los cementerios, tiene la finalidad de hacer que la energía acumulada en la tierra ascienda antes (como el triángulo con el vértice hacia arriba se relaciona con el tattwa de Fuego, y como el fuego tiende a la ascensión).
El sombrero de la bruja no tiene esta forma por mero capricho.
Lo cierto es que el sombrero de bruja, en realidad es parte de una idea sobre la magia muy concreta: la evolución.
Toda energía comienza de la tierra, amplia y desordenada y luego va condensándose hasta hacerse concentrada: evoluciona, se condensa, se fortifica, se multiplica y se conecta con la energía de quien lo lleva.
Atalaya Celta