Si no tienes tiempo para un ritual más largo, no dejes pasar este consejo:
Quemar lo que nos aprisiona
Escribe en un papel detalladamente lo que te aflige. Luego consagra el papel a Frigg pidiendo que tengas una feliz solución a ellos y retomes las calma y la felicidad. Ata el papel con una cinta roja (o hilo del mismo color). Échalo al fuego o quémalo en las brasas, mientras te visualizas con el problema solucionado.
Cortesía: Ayra Alseret