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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Arroyos y corrientes

Los arroyos, las venas y arterias de la Tierra, han sido empleados durante mucho tiempo en hechizos, normalmente para eliminar algo que está afectando negativamente
al que practica la magia, para limpiar o para curar. Esto es evidente en los siguientes hechizos:
 
 
Una Curación
Cuando estés enfermo, encuentra un arroyo de poca profundidad claro y limpio.
 
Quítate la ropa (lleva un bañador si lo deseas) y entra en el arroyo. Agáchate hasta que el agua cubra todo tu cuerpo. Si tu problema está en tu cabeza, sumérgete en el agua
durante unos segundos antes de comenzar la siguiente parte del hechizo.
 
Siente la frescura del agua sobre tu piel; siéntela limpiándote, lavando la suciedad, la impureza y la enfermedad. Comienza a entonar con voz suave las siguientes palabras, visualizando la enfermedad como «gusanos negros» que culebrean saliendo de tu cuerpo, hacia el agua del río, y fluyendo hacia el mar, donde se limpiará.
 
La enfermedad está fluyendo hacia fuera de mí, al río, bajando hacia el mar.
 
Repite el canto durante varios minutos hasta que sientas ganas de parar. Sal del agua, seca tu cuerpo y está hecho.
 
Naturalmente, esto no se debe intentar en un río rápido y peligroso, si estás demasiado enfermo para moverte, o en un lugar con atención médica cualificada. Pero puede ser una ayuda para los procesos curativos de tu cuerpo.
 
 
 
Barco de Enfermedades
Busca un pequeño trozo de madera, que pueda flotar, y llévalo a un río. Graba en él tus problemas con un cuchillo, puedes usar palabras, dibujos o símbolos. Asegúrate de
que cada problema en el que puedas pensar está representado en el palo.
 
Si lo deseas, puedes usar una pluma para escribir las palabras, pero esto no funcionará igual de bien.
 
Mientras estés haciendo esto transmite a la madera todos tus problemas, preocupaciones, aflicciones, etcétera. Cuando hayas terminado, ponla a flotar en el agua y vuélvete. No mires el barco de enfermedades mientras te marchas.
 
Vuelve a casa, confiado de que viajará río abajo y en su camino liberará tus problemas, uno a uno, en el agua, el gran purificador..
 
 
 
Anima Mundi
 

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