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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Jano, dios de los comienzos y finales

El dios Jano -Ianus en el antiguo latín- es, en la mitología romana, un dios que tiene dos caras, una mirando hacia atrás (pasado), la otra hacia adelante (futuro). Es el dios de las puertas, los comienzos y los finales; se le denominaba el “Señor del Tiempo”, poseedor de las llaves. Poseía una rica iconografía, en la que lo más destacado era su representación con dos rostros, de ahí el calificativo de Jano Bifronte
 
Se le consagró el primer mes del año. La palabra castellana con que se designa este mes se derivó de Ianus, Ianuarius, Janeiro, Janero, January y Enero. Y se le invoca el primer día de enero.
 
Al igual que Prometeo, Jano es una clase de héroe cultural, ya que se le atribuye entre otras cosas la invención del dinero, la navegación, dios asociado también a la agricultura, arquitectura y astronomía. Era quien presidía las puertas solsticiales y las iniciaciones. Era la puerta no solo solsticial, sino también iniciática. Así, el Solsticio de Verano, cuando el Sol llegaba a su punto más alto para empezar su curso descendente, era conocido como “Janua Inferni” o la “Puerta de los Hombres” y el Solsticio de Invierno como “Janua Cœli” o la “Puerta de los Dioses”.
 
Cuando los sabinos intentaron tomar el Capitolio, Jano hizo brotar aguas hirvientes sobre los enemigos, repeliéndolos. Por ello se le invocaba al comenzar una guerra. Mientras ésta duraba, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban.
 
Jano posee una relación especial con el Universo, centrada sobre el mantenimiento de la armonía cósmica y sobre los ritmos que la expresan.
 
El mito nos narra que Saturno luego se destronado por su hijo Jupiter, fue a refugiarse al reino de Jano y éste le otorgó en recompensa, la capacidad de observar pasado y futuro; para decidir sabiamente. Su templo tenía doce altares y su forma era cuadrangular. La figura del Dios situada sobre un pedestal en el eje central miraba simultáneamente a Oriente y Occidente. Es mediador entre los mortales y los inmortales, el que eleva las plegarias de los hombres a las divinidades.
 
Jano señor de Las llaves, que le servían para abrir las puertas del Cielo y del Infierno. Además, Jano es el maestro de las dos vías, ascendente y descendente, y por tanto “Señor de la Iniciación”. Los dos rostros de Jano contemplan el ciclo de manifestación y muestran un tercer rostro (invisible) que observa el “eterno presente.
 
Las dos puertas -una abierta y otra cerrada- significan las continuas oportunidades que nos dan los comienzos y los finales con algunas condiciones que se abren y otras que se cierran. Siempre existe una oportunidad, mientras se da la sucesión continua del tiempo...
 
Todo esto es el rico simbolismo de Enero, el primer mes del año que está bajo el influjo del Arquetipo del dios Jano.
 
 
Por: Jacqueline De León
Fuentes:
Tierra y pueblo blog
Eduardo Cáseres blog
Sobre leyendas blog
Wikipedia

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