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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Merlin, el Druida

Merlín es el más famoso de los sacerdotes celtas y su vida se mezcla con personajes como Úter Pendragón y Arturo. Según la obra de Geoffrey de Monmouth Merlín es hijo de una de las hijas del rey de Demecia, y un incubo, un demonio que puede tomar forma humana y cohabitar con mujeres. A pesar de su origen Merlín se dedicará a sanar a la gente y ayudará a varios reyes de Britania.
 
La historia más conocida sobre este mago es la que le vincula al nacimiento de Arturo. Personajes como Arturo en las Islas Británicas, Pelayo en España y Beowulf en las tierras germánicas se encuentran a mitad de camino entre la realidad y la ficción y sirven en muchas ocasiones de elemento de cohesionador de una nación. Se basan en la necesidad de las naciones de buscar un proyecto común y justificar sus orígenes haciendo referencia a un pasado glorioso. Arturo juega este papel para los Britanos, es el rey que unifica al país y expulsa definitivamente a los sajones.
 
En la historia de Arturo se pueden ver los rasgos propios del héroe medieval como es el nacimiento ilegitimo, la crianza fuera del ámbito familiar y el reconocimiento de sus hazañas y origen. La historia de su alumbramiento comienza con la celebración de una batalla. Úter Pendragón había ganado varias contiendas frente a los sajones y había vengado a su padre y a su hermano matando a Vortegirn, el asesino de ambos. Pero en la celebración de la victoria Úter se enamoró de Igerna, la esposa de Gorlois duque de Cornubia, y se vió arrastrado por una pasión que amenaza con consumirlo. Gorlois al darse cuenta de esto huye con su esposa y se refugia en su fortaleza de Tintagel, que es inexpugnable. Sin embargo, él decide salir y presentar batalla a Úter Pendragón, sabiendo que nadie puede acceder al castillo donde deja a su mujer. Pero se olvida de Merlín, el mago que acompaña a su rey. El druida cambia la forma de Úter, de su ayudante Ulfin y de sí mismo por la Gorlois y los dos camaradas más cercanos de éste. De esta forma Úter puede pasar la noche con Igerna sin que nadie sospeche nada. Hay leyendas que cuenta que Merlín pidió a cambio de esto que le fuera entregado el niño que nacería de aquella unión. Este niño es Arturo, que portará la legendaria espada Escalibur y será el mayor rey de Britania. Poco después de aquella noche muere en batalla Gorlois y Úter se casa con Igerna.
 
Uno de los pasajes que se suele destacar en la historia de Merlin son sus profecías, en ellas se relata la lucha entre dos dragones uno rojo y otro blanco. El dragón blanco representa a los sajones, que habían desolado Britania gracias a la ayuda de Vortegirn. En un principio la batalla entre ambas bestias se decide en favor del dragón blanco. Pero, según la profecía de Merlín, el dragón rojo se alzará de nuevo y expulsará a los sajones de sus tierras guiados por el jabalí de Cornubia, que no es otro que Arturo. Éste no sólo vencerá a los sajones, sino que además tomará la Galia y llevará la batalla hasta los hijos de Romulo. Las profecías vaticina también la caída de los britanos a manos de los sajones y toda la historia posterior a la muerte de Arturo.
 
Otro personaje asociado a Merlín es el de Morgana, hermanastra o hermana de Arturo- dependiendo de la leyenda- y aprendiza de Merlín. Morgana está asociada como Merlín a la religión celta y se dice que ayudó a llevar el cuerpo de su hermano, Arturo, a Avalón después de la batalla contra Morderd. Es en Avalón, la mítica isla de los celtas, donde descansa el mayor rey de Britania hasta que se curé de sus heridas.
 
La muerte de Merlín como la de Arturo está rodeada de misterio. Algunos mitos cuentan que la Dama del Lago, conocida a veces como Viviana o como Nimue, consiguió encantarle y dejarle preso en un árbol o en una piedra. Su tumba se halla en uno de los enclaves celtas más conocidos de la Bretaña francesa, en Brocéliande, el bosque prodigioso del mago Merlín y en donde se fijó también una de las cortes de los caballeros de la Tabla Redonda, símbolo celta del Sol. Allí descansa el mayor de los druidas de aquella mitología que aún hoy sobrevive en el inconsciente colectivo de Europa.
 
Ávila Granados, Jesús, (2007),
La mitología celta, ed. Martínez Roca, Madrid.

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