En la leyenda del Nahual, un ser creado desde la cultura mexicana y de la región mesoamericana, es una criatura nocturna, que se cuenta que durante el día funge como una persona normal y por las noches se convierte en una bestia.
Los abuelos en Tlaxcala, México cuentan que los nahuales salían por las noches saciar su sed de sangre a matar el ganado y en algunos casos atacar a las personas. Con sus poderes, producto del pacto con el diablo, aquellos nahuales podían alterar los fenómenos climáticos como las lluvias, los truenos y los granizos.
Dentro de las creencias mesoamericanas, es una especie de brujo o ser sobrenatural que tiene la capacidad de tomar forma animal. El término refiere tanto a la persona que tiene esa capacidad como al animal mismo que hace las veces de su alter ego o animal tutelar.
El concepto se expresa en diferentes lenguas nativas, con diferentes significados y contextos. Más comúnmente, entre los grupos indígenas se denomina nahualismo a la práctica o capacidad de algunas personas para transformarse en animales, elementos de la naturaleza o realizar actos de brujería.
Las leyendas de Tlaxcala dicen que un nahual podía transformarse en diferentes criaturas, pero de día podían ser señores muy respetables incluso ricos, por lo que la leyenda del Nahual está ligada a creencias indígenas como los famosos “chamanes” que se refieren a la divinidad hechicera hablando de finales del periodo Postclásico de México.
De acuerdo a cada creencia de tribus, la principal es que se dice que es un brujo con cierta maldad, la segunda es que nacen con el poder de hacer el bien y el mal teniendo la misma habilidad.
La tercera es que hay quienes dicen que los nahuales se alimentan de bebés y niños, la cuarta es que se manifiesta como un animal guardián teniendo una conexión con una sola persona.
Aaron Salas