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Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Origen de las Valquirias

Las Valquirias corresponden a una raza de deidades acaso más antiguas que el propio Odín. Su función es la de sobrevolar los campos de batalla, recoger las almas de los héroes caídos y llevarlos al Valhalla, donde se convertirán en Einherjar, el ejército de un solo hombre, básicamente la infantería celestial que combatirá contra los Jotuns durante el Ragnarök.
 
Según los Eddas, las Valquirias "asignan la muerte y gobiernan la victoria". Sin embargo, su verdadero mito trasciende las barreras de la mitología nórdica tal como la conocemos, y se pierden en un pasado tan remoto que para concebirlo necesitamos revisar algunos conceptos.
 
La palabra Valquiria proviene del nórdico Valkyrja. Literalmente significa "la que elige a los muertos" (Valr, "muertos" y Kjósa, "elegir"). Ahora bien, el término Valr no corresponde a cualquier muerto, sino exclusivamente a los muertos en batalla, de hecho, la palabra proviene del germánico antiguo Walaz, "campo de guerra", y éste del protoindoeuropeo Wele, "atacar". Una traducción más juiciosa para Valr sería "caídos".
 
Pero las Valquirias se resisten a permanecer en un solo mito regional. Su presencia se advierte en cualquier ciclo mítico antiguo. Por ejemplo, en las terribles Wælcyrige anglosajonas o en la prudente Walküre alemana. De hecho, el origen de las Valquirias es perfectamente incierto. Si seguimos la documentación mítica de los Eddas veremos que casi todas tenían padres mortales, lo cual atenta contra su propia etimología. Distintos folkloristas explican que las verdaderas Valquirias eran representadas normalmente por sacerdotizas de Odín, quienes oficiaban sacrificios humanos a los dioses implacables. Cuando la Edda poética fue recopilada, alrededor del siglo XII d.C. sus ritos ya habían pasado a la leyenda, convirtiéndolas en guerreras sobrenaturales bajo las órdenes de Odin, decidiendo arbitrariamente sobre la vida de los hombres.
 
No obstante, una interpretación errónea a menudo nos brinda valiosas pistas para descubrir la verdad. La primera de estas pistas proviene de los nombres de las Valquirias puras, es decir, no humanas, consignadas en la Edda poética: Skögul (furia), Hlökk (rumor de batalla) y Göll (grito de combate), epítetos que se repiten en mitologías mucho más antiguas que la nórdica.
 
El segundo dato a tener en cuenta es un comentario hecho al pasar por el poeta, que señala a las Valquirias como Dísir, un término que las vincula con un pasado asombrosamente remoto. Poco se sabe de las Dísir, sólo que son una comunidad de divinidades femeninas relacionadas con la muerte y el renacimiento, y etimológicamente emparentadas con las Dhisanas, diosas terribles mencionadas en el Yajur Veda hindú. La palabra sobrevivió a lo largo de miles de años, ligeramente disimulada, en el término anglosajón Ides, una forma poética de referirse respetuosamente a las mujeres. Las Dhisanas también tenían potestad sobre la muerte y el destino de los mortales, aunque a menudo se mostraban indulgentes con las mujeres. Su rechazo por los hombres era tan violento que en ocasiones los transformaban en lobos para montarlos y asistir con ellos a las batallas.
En este oscuro mito hindú se haya el gérmen poético de las Valquirias, que sobrevivió en una antiquísima palabra para designar al lobo, que luego se transformó en una kenning, es decir, una metáfora: Valravn, "caballo de la Valquiria".
 
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