Si bien las piedras tienen diferentes propiedades por si solas y cada una vibra de forma diferente, es importante limpiarlas y programarlas para nuestros fines específicos, esto nos ayudará a ampliar sus propiedades. Existen diversos métodos para limpiar nuestros cristales, cada uno depende de si los tenemos en bruto o en un accesorio, también hay que tener en cuenta que algunas piedras especiales como la selenita, se disuelven en el agua y otras pueden cambiar con la luz del sol o dañarse si le agregamos sal al agua.
Aquí hay algunos métodos comunes para limpiar nuestras piedras o cristales y más adelante explicaremos cómo programarlos.
Con Agua
Esta es la forma más sencilla para limpiar nuestras piedras, se puede hacer dejándola bajo el chorro del agua tibia, que corra, mientras visualizamos que el agua se va llevando todas las impurezas. Este método es recomendado para cuando queremos una limpieza rápida de una piedra grande e individual cuando no está combinada con ningún otro material. Otra forma es, si se tiene acceso a un río o a el mar, poner nuestras piedras en una bolsa de maya y dejar que la corriente las limpie, este método no es recomendado para diversos accesorios, sobre todo si son de fantasía o si tiene piedras muy pequeñas porque se pueden dañar, sobre todo si las sumergimos al mar.
Con Hielo
Otra forma de limpiar nuestras piedras es metiéndose en el congelador por espacio de 24 horas, es importante que al meterlas dentro, sea en un lugar donde no tenga contacto con alimentos. Al sacarlas se debe visualizar que todas las impurezas o todo lo indeseable se va a congelar e ir con el hielo.
Con el Sol y la Luna
Este es un método de limpieza para las piedras en el cual debemos tener cuidado cuando lo hagamos con el sol, porque hay piedras, sobre todo algunos cuarzos, que pierden el color con su luz. Debemos escoger una época del año en el cual tengamos bastante sol y a la vez luna llena, si se puede, dejamos los cristales al aire libre, dejando que estás dos energías lo limpien por 24 horas y si podemos dejarlos en contacto con la tierra, será mucho mejor. Este es un buen método para piedras individuales, en accesorios, es mejor tener en cuenta que hay algunos metales que no reaccionan muy bien si se dejan mucho tiempo al sol, si esto es así, basta con dejarlos a la luz de la luna
Con Incienso
Este es el método que se recomienda para todo tipo de piedras y accesorios ya que no las deteriora, se puede usar para accesorios grandes, pequeños, hechos en cualquier piedra y en cualquier metal. Para hacerlo debemos encender un incienso y cuando empecemos a ver el humo ponemos nuestra piedra o accesorio en contacto con este, que lo envuelva y vamos a visualizar que el humo se lleva todas las impurezas.
Con Meditación
Si bien este es uno de los métodos más efectivos, también es el más complejo ya que requiere que realmente el cuerpo esté en un estado tal que no se deje afectar por las energías con que vienen cargadas las piedras y a la vez que sea capaz de transformarlas para limpiarlas.
Para ello se debe entrar en un profundo estad de relajación y mientras se medita se debe visualizar que todas las energías de la piedra se van a la tierra donde serán finalmente absorbidas y transformadas.
Cada cual puede usar el método que mejor se acomode a sus gustos, pero el que recomendamos usar con nuestros accesorios, sobre todo con los de fantasía, es el del incienso por ser el que menos daño causa y el más efectivo para éste tipo de propósitos.
Programar Cuarzos y Piedras
La programación de un cuarzo, piedra o accesorios consiste en dejar que las piedras hagan su trabajo y que la energía fluya a través de ellas para un propósito. Las piedras son grandes aliadas y basta con limpiarlas y visualizar que aquello que queremos lo vamos a conseguir con ayuda de nuestras piedras.
Es importante sostener la piedra en nuestras manos, visualizar su propósito y dejarlo ser, es decir, no cargar con nuestras ansiedades aquello que tenemos en la mano, es mejor entrar en un estado de paz y relajación antes de hacer esto y sobre todo ser conscientes de que los resultados finalmente dependen de nosotros, las piedras son una herramienta pero si no estamos nosotros mismos en sintonía con lo que queremos, es difícil que ellas nos ayuden.
Aquí hay otros métodos para el cuidado de tus piedras.
Cuando llega a tus manos un cristal o una piedra, es muy importante lavarlas y purificarlas para eliminar cualquier tipo de negatividad que puedan haber adquirido.
Este procedimiento se puede realizar de diferentes maneras: situando las piedras bajo un chorro de agua corriente (si es una fuente natural mejor) visualizando como la negatividad abandona la piedra; enterrándola varios días en sal marina; llevándolas al mar y envueltas en una red sostenerlas en la rompiente de las olas.
Son todas estupendas formas de limpiar y purificar nuestras piedras. No se puede usar la sal con el ámbar, las esmeraldas, el lapislázuli, el ópalo, la malaquita y las turquesas. La selenita no puede sumergirse mucho tiempo en agua, puesto que al tratarse de una sal puede llegar a disolverse.
Carga y cuidados de nuestros cristales y piedras
Para cargar-recargar los cuarzos y piedras existen también diferentes maneras dependiendo de su composición.
Los cuarzos deben ser expuestos directamente a la luz del Sol con frecuencia siempre que se pueda. La amatista y el cuarzo rosa se pueden poner al Sol pero poco tiempo pues pierden su color.
Las turmalinas gustan de sitios oscuros y resguardados. Hay piedras de carácter lunar que se verán beneficiadas si son expuestas a la luz de la Luna en período creciente y en Luna llena. Estas piedras son el cuarzo blanco, la selenita, la amatista, la esmeralda y la piedra de Luna.
Hay que mantener el entorno de las piedras limpio, con velas, incienso y flores frescas siempre que sea posible.
Si una piedra o cristal se rompe o pierde totalmente su poder curativo debido a un exceso de trabajo, no deben despreciarse jamás.
Enterrándolas en nuestro jardín, o en nuestras macetas, no solo ayudaran a las plantas sino que, con el tiempo, pueden ir recuperando su fuerza.
Lo podemos hacer también tirándolas al mar; sobre todo donde haya acantilados. Se purificarán, se renovarán y el mar las pulirá. Quizás un día la encuentre un niño, y comenzará de nuevo su beneficiosa labor.
Bruja de Otoño