En la Edad Media consideraban que el hinojo era capaz de deshacer brujerías; y, colgándolo sobre la puerta de sus casas (sobre todo en la festividad del solsticio de verano) evitaba y ahuyentaba a los malos espíritus.
En la India, sin embargo, era considerado como «la perla de los afrodisíacos»; y, los romanos, fueron los primeros que la empezaron a utilizar como condimento, aromatizando sus carnes y añadiendo sus semillas a sus preparados.
También era una de las plantas que usaban para fumar en sus pipas y cachimbas, junto con la mandrágora, el cáñamo, la menta, el eneldo o la belladona.
Por lo tanto, si quieres mantener alejados de casa a personas molestas y, por qué no, también a los entes, cuelga una ramita en la puerta de entrada y no sé atreverán a poner un pie dentro
Mis Cosas de Bruja