El vinagre es un aliado fundamental para una limpieza esotérica e incluso física. Podemos utilizarlo como limpiador energético, si lo agregamos al agua que utilizamos para trapear el suelo de nuestra residencia.
Primero debemos barrer con una escoba, toda la casa, de adentro hacia afuera. Recogeremos el polvo fuera de la vivienda y lo llevaremos a la basura. Seguidamente tomamos el cubo que generalmente usamos con el trapeador, lo llenamos de agua y le agregamos una medida generosa de vinagre.
Procedemos a trapear la casa por completo, nuevamente de adentro hacia afuera. Finalizado el procedimiento, debemos eliminar el agua por un drenaje y lavar muy bien el trapeador.
Para que la limpieza sea completa, podemos limpiar espejos y cristales de ventanas, con una mezcla de vinagre y agua. Secar con papel procedente de diarios viejos.
El aura del vinagre como elemento de limpieza energética es muy fuerte, incluso podríamos catalogarla de agresiva, por este motivo es indispensable completar el proceso utilizando un ingrediente mágico, que dulcifique el efecto.
Tomamos corteza de canela (canela en palo) y la dejamos en el fuego con suficiente agua (un litro mínimo), hasta que libere su color y aroma en el líquido. Podemos agregarle un poco de miel o esencias florales si lo deseamos.
Vertemos el preparado en el cubo del trapeador, limpio, y lo unimos con más agua a temperatura ambiente. Nuevamente, realizamos el trapeado de la casa con la mezcla, pero en esta oportunidad lo hacemos de afuera hacia adentro. Concluido la limpieza, suprimimos el agua de canela en el drenaje.
El vinagre limpia las energías discordantes o negativas de la casa, mientras que la canela abre las puertas a emociones y pensamientos de armonía, amor, atracción y prosperidad.
Podemos acompañar la fase final de la limpieza con un incienso de nuestra preferencia, mejor si es un aroma dulce.
La Bruja Moderna