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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Ungüento para el dolor muscular

Con los cambios estacionales no sólo se resienten las articulaciones y el ánimo, también nuestros músculos se ven afectados de una forma muy intensa y brusca. Para eso, nada mejor que tener en casa nuestro ungüento casero y, cómo no, unas buenas manos que nos lo aplique con un buen masaje. Ya sea las tuyas propias o algunas ajenas, pero eso sí, con buenas vibras por favor.
 
INGREDIENTES Y UTENSILIOS
- Un bol para poder remover la mezcla.
- Un frasco pequeño donde poder guardar y conservar nuestro preparado.
- Un palito para remover. Yo los prefiero de madera, como los depresores de lengua de los doctores o los palitos de algunos helados.
- 2 o 3 cucharadas de arcilla amarilla.
- Aceite vegetal de árnica (ojo, el vegetal y no el esencial). Unos 15 ml.
- Aceite de oliva. Unos 20 ml
- Aceite esencial de jengibre. 5 gotas
- Aceite esencial de clavo. 5 gotas
- Aceite esencial de eucalipto. 5 gotas
- Aceite esencial de romero. 10 gotas
 
PREPARACIÓN
Los dos aceites bases del ungüento son los vegetales, es decir, el aceite de oliva y el de árnica. Hay otros aceites vegetales que también pueden ser usados, como el de caléndula, cuyas propiedades son maravillosas, o el de jojoba. Pero he supuesto que el de oliva es un aceite que solemos tener más a mano en casa.
 
Colocamos en el bol las 2 o 3 cucharadas de arcilla amarilla, la cual tiene grandes propiedades anti inflamatorias y contra la fatiga muscular, y vamos añadiendo poco a poco los aceites vegetales (el de árnica y el de oliva). Lo ideal es añadir y remover poco a poco y no todo de golpe, ya que así iremos controlando mejor la mezcla y, en el caso de obtener la espesura adecuada, dejar de añadir aceite.
 
Una vez que hemos conseguido la textura que más nos gusta, añadimos las 5 gotas de aceite esencial de jengibre, las 5 de aceite esencial de clavo, las 5 de aceite esencial de eucalipto y las 10 de aceite esencial de romero. Volvemos a remover todo, y ¡ya está listo nuestro ungüento!.
 
Si no os resulta fácil conseguir todos los aceites esenciales, podéis usar los más importantes que, en este caso, son el de romero y el de eucalipto.
 
Mis cosas de bruja

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