Templo Dragón

¿Quién soy?

Soy una mujer nacida en Madrid, con las raíces bien hundidas en esta tierra y las ramas acariciando las estrellas.

Mi vida no está llena de experiencias exóticas en países lejanos, ni he convivido con chamanas en medio de la selva. Soy una europea normalita a quien no le “cuadraba” la espiritualidad en que la criaron. Mis gurús fueron la ecología, el feminismo y el pacifismo. De su mano acabé en la espiritualidad de la Diosa y en ese camino fascinante e interminable sigo.

Mi primer entrenamiento como Sacerdotisa de la Diosa lo hice en España. Después continué mi formación en Inglaterra, en el Glastonbury Goddess Temple y gracias a las amorosas enseñanzas de Erin McCauliff y Kathy Jones me convertí en Sacerdotisa de Avalon.

Tuve el honor de formar parte del equipo ceremonial de las dos primeras Conferencias de la Diosa que se celebraron en Madrid en los años 2010 y 2011. Tras esos dos eventos, algunas personas nos hicieron llegar su deseo de entrenarse también para el sacerdocio de la Diosa, en castellano, de manera presencial. Y así surgió la Escuela de Misterios de Iberia, de la que soy tutora.

Estoy comprometida con el objetivo de mandar a compostar el patriarcado (que tanto daño hace a las mujeres en particular y al planeta en general) por el MundoMadre  (MotherWorld en inglés) y sus valores de colaboración, cuidado, armonía y placer. Para ello, trabajo desde la sutileza de la magia hasta la concreción del activismo de calle.

Cuando no remuevo calderos, ni quemo inciensos, imparto clases de Lengua y Literatura Castellanas en un instituto público de la Comunidad de Madrid, bailo danza oriental, escribo, cocino y me dedico a mis dos amores: mi madre y mi Cónyuge.

¿Cómo volver a la cueva
si nunca salimos de ella?
¿Cómo anhelar el otoño
si nos saltamos la primavera?
¿Cómo encontrar equilibrio
en esta desacompasada Rueda?
Desde el bosque, desde el campo,
se nos grita la respuesta:
Cuando todo se derrumba,
lo único constante es la Tierra.

Mabon

¿Cuántas manos hacen falta
para una buena cosecha,
para cuidar y sanar,
para hacer grande la mesa?
Cibeles, grano en la espiga.
Metragirta, uva en la vid.
Señora de la Abundancia,
Diosa Madre de Madrid,
recuérdanos la importancia
del poder que es compartido,
de la espiral de la vida,
de cómo volver al círculo.

Lammas

Floreceremos tarde .
Se nos adelantarán los lirios,
las caléndulas y los narcisos.
Saldremos con las gardenias
o, como mucho, con las rosas.
No nos han robado la primavera:
nos han dado tiempo extra
en los brazos de la Madre.
La Rueda del Año no para.
Nadie nos quitará Ostara.

La niña que un día fui
vive para siempre en mí.
A veces nieve en el suelo.
A veces flor en las ramas..
A menudo herida abierta.
Casi nunca aguas en calma.
La niña que un día fui
vive para siempre en mí.
Por ella me abro camino
entre los ríos de gente
Y me dejo ser salvaje,
audaz, libre e inocente.
La niña que un día fui
sana a través de mí.

Imbolc

La carencia.
La ausencia.
La espiración.
La noche.
El silencio.
Las hojas secas.
Las historias viejas.
La vida que de la vida se alimenta.
Los huesos de mis muertos.
Las cenizas de mis sueños.
La pena, la rabia, el miedo
y todo lo que escondemos.
La vasija que nos contiene
se llama SOMBRA.
¿Abrazarla?
Es como intentar abarcar el Universo.

Samhain

Con cada hoja que se pudre,
con cada vida que se entrega,
con los huesos del pasado
así alimentamos la Tierra.

Con cada error cometido,
con cada desvío en la senda,
con cada visita al fondo,
aumenta nuestra firmeza.

Sin la sombra y sin la noche,
sin el vientre y sin la cueva,
sin el filo de la guadaña
no hay fiesta de la cosecha.

Mabon

Me paro y respiro.
Me corono de escarcha.
Me engalano de frío
para invocar la calma.

Descalza sobre el filo
entre oscuridad y alba,
danzo mi propio ritmo
para la tierra helada.

Para que renazca el brillo
que abrigo oculto en mi alma,
me doy lo que es preciso:
silencio, quietud, pausa.

Yule