Así como la encrucijada ha sido vista por mucho tiempo como lugares poderosos en la Tierra, la encrucijada de nuestras vidas son puntos igualmente poderosos en nuestras trayectorias. Aunque la transición puede ser difícil, también tiene el potencial de llevarnos a algún lugar al que hemos estado tratando de ir y no hemos podido. Necesitamos ayuda y orientación para llegar allí.
Pedir ayuda es importante. Siempre está ahí para nosotros, pero de hecho nos corresponde preguntar.
Te aconsejaría que tomaras todo el tiempo que necesites con tu cuarto, tal vez durmiendo con él debajo de tu almohada, meditando con él, sintiéndote cómodo con tu solicitud antes de salir. Elija sus encrucijadas sabiamente, pueden ser intersecciones de automóviles, no demasiado ocupadas, ya que necesita poder ir al centro y dejar el cuarto de manera segura, pero suficiente "tráfico" para constituir una verdadera encrucijada. La encrucijada utilizada puede ser una bicicleta o un sendero para caminar también. En cualquier lugar donde al menos tres caminos se crucen con el tráfico de algún tipo que los cruza diariamente.
Si se siente inclinado a hacer más una ofrenda al Espíritu de la Encrucijada que la cuarta parte (comida, tabaco o licores, rodeada por un círculo de ceniza de madera si la tiene), puede hacerla en otro lugar cerca de la encrucijada o en tu casa. Recuerde depositar su moneda con intención, pronunciando la frase: "Espíritu de la encrucijada (Hécate, Diana, entidad de su elección ) guíeme de manera segura a través de esta encrucijada".
Alejarse. No mires atrás.
© Theresa C. Dintino