Debe haber un balance de las energías de la tierra y el cielo en cada uno de nosotros. Ambos son esenciales para nuestras vidas. Alinearse a la tierra nos ayuda a mantenernos centrados y seguros. Conectarse al cielo nos recuerda lo importante que es soñar y desear.
Ve afuera en un día brillante y soleado. Escoge un pedazo firme de tierra en donde puedas detenerte. Asegúrate de que puedas ver el cielo. Manténte de pie, con las piernas separadas. Asegúrate de que tu posición sea segura y firme. Levanta los brazos, estirándolos separados, también formando una "V" apuntando hacia el cielo. La forma "V" es una forma simbólica de apertura para recibir energía.
Cuando estés listo, di:
Estoy en equilibrio entre la tierra y el cielo.
Camino con mis pies en el suelo (Mira tus pies plantados sobre la tierra).
Camino con mis pies en el suelo (Mira tus pies plantados sobre la tierra).
Camino con mi cabeza en el cielo. (Mira hacia arriba, las hermosas nubes).
Estoy balanceado entre la tierra y el cielo.
¡Que así sea!
Disfruta este sentimiento de balance.
Por: Olivia O'Meir