Todos nosotros tenemos una historia que contar que podría hacer a los otros reír, llorar, e incluso aprender. Pero podríamos ignorar que tenemos la habilidad para comunicar estas historias con alegría y amor. Encuentra un lugar silencioso y sagrado para ti, y entra en estado meditativo.
Respira profundamente y dirige tu atención hacia el interior de tu cuerpo.
Mientras caminas por tu interior, anda y entra en los cuartos de tu corazón. En un cuarto, reúnete con el cuentacuentos sentado de su trono de roca.
Ve, siéntate allí, y escucha sus historias.
Cuando las historias terminen, el cuenta cuentos sostendrá tus manos, mirará en lo profundo de tus ojos, y después te besará, diciendo:
Bienvenido, bardo.
Sentirás entonces cómo el poder de las historias comienza a llenar todo tu ser. Y así, con tus manos y voz, serás ahora capaz de contar vibrantes y bellas historias.
Con una inhalación profunda abrirás tus ojos, y estarás de regreso en tu espacio sagrado.
Escrito por su autor, Gail Wood
Traducido por Templo Dragón
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