Quizá tu vecindario, casa o edificio de departamentos pueda ser un poco monótono. Prueba inspirar a otros de forma indirecta al ayudar a embellecer los alrededores, y recuérdate siempre que la belleza es una influencia necesaria y es una fuerza que reafirma la vida misma.
Consigue algunas semillas de flores que se den todo el año y que sean fáciles de crecer y cuidar (ejemplo caléndulas, cosmos, capuchinas, caléndulas, y zinnias, pero en cada país es diferente, investiga en el tuyo), y plántalas en macetas con buena tierra, o espacios vacíos en los terrenos, que reciban buena cantidad de sol. No te olvides de regarlas cuando el clima esté seco. Medita en las fuerzas positivas de la belleza cada vez que interactúes con estas plantas conforme crezcan. Cuando aparezcan las plántulas asegúrate de que no estén demasiado saturadas. Es muy probable que tengas que trasplantar hacia distintas macetas una vez que ya tengan algunas pulgadas de alto. Regala algunas a los vecinos. Esparce la belleza natural por todos los alrededores donde te sea posible. Es un proyecto sencillo, pero un trabajo mágico en verdad.
ESCRITO POR PEG ALOI