El Buda de Esmeralda, una estatua budista anicónica, residía en muchos lugares antes de llegar a descansar en su ubicación actual en el Wat Phra Kaew, Tailandia, en este día en el año 1784. Los objetos sagrados recorren un largo camino cambiando de manos muchas veces hasta que llegan a su casa con cuidadores adecuada, donde están accesibles a muchos. En honor a este proceso del Buda de Esmeralda, hoy en día dedicaremos nuestro trabajo hacia un objeto sagrado en nuestra posesión siendo conscientes que no estamos destinados a ser el cuidador permanente de éste. Piensa si conoces a una persona a quien se podría ser transmitido este objeto. O bien, piensa en un objeto que posees que está destinado a estar a tu cuidado, pero no ha encontrado su lugar en casa, puede ser un objeto que ha pertenecido a tus ancestros. Tómate el tiempo hoy para encontrar un lugar de honor en tu hogar para ese objeto sagrado.
Colócalo en un lugar que arregles y comunícate con este objeto:
Este es tu lugar en nuestro hogar, mi casa es tu casa, tú representas un recuerdo amado de mis ancestros, sé que eres un objeto, pero en ti hemos depositado nuestra admiración y cariño a lo que representas. Algún día serás entregado a alguien de quien seré su ancestro. Bendito seas.
Llewelyn Hechizo del Día