A menudo, los aceites mágicos se usan para ungir herramientas para un trabajo o ritual, por ejemplo, velas, objetos de poder o incluso las propias manos. Sin embargo, tambien se usa de muchas otras maneras.
Siempre son un buen sustituto cuando no puedes o no quieres usar incienso.
Puedes considerarlos como peticionarios, como suele ser el incienso: su aroma se eleva como una oración . O también puede considerarlo como una especie de sacrificio u ofrenda.
Usar un aceite es como una lente para enfocar la energía, voluntad o intención para una tarea específica. El olor puede funcionar en un nivel mucho más profundo que las palabras, por lo que por medio del olor, puede elevar energías mucho más fuertes de lo que a menudo es posible usando las palabras de un conjuro, si lo sabemos hacer. Puedes llegar a esa parte de la energía que está más allá del lenguaje.
Los aceites también pueden usarse en la piel o en un pañuelo o una bola de algodón que llevas contigo. Este método puede ser especialmente efectivo, ya que a medida que lo use, se familiarizará y olvidará que está allí, y aprovecha mejor su energía subconsciente, que puede ser muy poderosa. De esta manera, puede actuar como un sigilo.
Son excelentes para enfocar o guiar su energía durante todo el día. Una vez más, no siempre estará pensando en la tarea mágica que desea realizar, pero el aroma le recordará a su subconsciente y espíritu el trabajo a realizar y le abrirá formas de realizar ese trabajo y caminos para que la energía fluya. Y por consiguiente ayudará a lograr ese trabajo.
Puede usarlo como una especie de llamador atraer energías y entidades. En la misma línea, puedes usar el aroma de los aceites para dar forma a tu propio espíritu, por ejemplo, usando el Aceite de Júpiter para nutrir el impulso protector en ti mismo.
Utilizados siempre con precaución, no use aceites esenciales en niños o animales, ya que son mucho más sensibles a los aceites esenciales que los adultos y pueden ser dañados por ellos incluso en pequeñas cantidades.
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