La medicina del invierno consiste en descansar, recuperarse y retirarse dentro de nosotros mismos. Cuando descansamos como se nos llama durante el invierno, tenemos la energía que necesitamos para mantenernos durante el resto del año. Imbolc es una fiesta de esperanza: los primeros signos de que el impulso helado pronto cambiará a medida que la vida se agite profundamente. Imbolc es una última llamada para la medicina del oso: los días comienzan a crecer y los árboles estériles cambian con una nueva vida. Si no ha descansado lo suficiente, tómese este tiempo para honrar el ciclo. Aprende del oso e hiberna lo suficiente como para recuperarte antes del ajetreado calor de las estaciones de vigilia.
La práctica celta rinde homenaje a un momento en que la vida se centra en los ciclos de cultivo. La vida de nuestros antepasados giraba en torno al crecimiento y la cosecha de los cultivos que cultivaban. Celebraron los primeros signos de la primavera en Imbolc y dieron gracias por la llegada de cultivos que traerían abundancia, oportunidad y alimento. La primavera trae crecimiento de nuestras esperanzas, nutrición de nuestros sueños, nacimiento de nuestros proyectos y ofertas en el mundo. Imbolc cae a mediados de invierno y es hora de celebrar los heraldos de la primavera, como el azafrán que brota en la nieve. En la tradición celta, este festival también celebra la transición de la triple Diosa de la anciana a la doncella: ella está cambiando constantemente a través de sus ciclos.
Los paganos honran a la Diosa celta Brigid durante Imbolc, quien reina sobre el fuego y el hogar. El cuidado del hogar en Imbolc honra su legado. Esta antigua fiesta se interpretó más tarde como un día de fiesta en honor a la pureza de la Virgen María (que suplantó a Brigid como figura principal ), y las velas son bendecidas durante la "Misa de las velas", de ahí el otro nombre de este día en las tradiciones cristianas modernas, Candelaria.
Imbolc, honrando la energía de Brigid & la limpieza de la Primavera.
Brigid, como Hestia y Vesta, es una Diosa de la llama eterna: el fuego que arde incluso en los lugares más oscuros, en las noches más frías. En los viejos tiempos en Europa, encendían fuego en todas las formas en Imbolc, creando enormes llamas. Eso es lo que Imbolc significa en gran parte: el avivamiento de nuestra llama, el recordatorio de nuestro fuego interno y una explosión de energía para aclarar y limpiar. La escoba es uno de los símbolos de Imbolc porque, en sentido figurado, es un momento de barrer viejos patrones para introducir lo que es nuevo, fresco y productivo.
Luego del largo Invierno, nos encontramos anhelando un Gran Retorno a lo que es puro, limpio y nutritivo: alimentos integrales, largas caminatas, productos orgánicos, meditación profunda y relajación. Deleitándonos con el tiempo a solas, con un espacio desconocido para respirar, sumergido en baños tibios, rodeado de la suave luz de las velas. La vida no es una carrera hasta el final: es un camino sinuoso con una participación exquisita y vistas panorámicas.
Agradecemos a Brigid, por su invitación al Gran Retorno, por la simplicidad y la belleza, las flores que crecen bajo sus pies: las aguas tranquilas, los ríos anchos y las flores florecientes de la primavera que eventualmente producirán su abundancia de frutas. Bendecida es tu llama y tu coraje. Animo a cada uno de ustedes a abrazar al guerrero/a dentro y explorar las extensiones inexploradas de su corazón sin temor. Barre lo que no te está sirviendo y prepárate para recibir la promesa de la primavera con un espíritu energizado por el descanso invernal.
Del blog: Sage Goddess