El verano es fugaz, con sólo unos pocos fines de semana de calor. Donde vivo, muchos de los lagos no se calientan lo suficiente como para nadar hasta mediados de julio.
Toma hoy para disfrutar plenamente de la deliciosa calidez del sol y el agua, recolectando su calor. Ve a un lago, piscina, estanque, río o arroyo. Pasa el día haciendo picnics, jugando, durmiendo, leyendo y relajándose junto al agua, al sol. lleva abundante protector solar y practica el saludo al sol. Respira profundamente, inhalando la energía radiante. Visualiza tu cuerpo llenándose con la luz mágica blanca y reluciente. Exhala y siente que tus células zumban. Para una producción adecuada de vitamina D, necesitamos sólo diez minutos de luz solar directa en cada lado del cuerpo. Cuando termines el tiempo de frente, voltéate. Entonces ve a nadar. Practica la misma técnica, recolectando energía del agua. En las estaciones venideras, puedes aprovechar esta energía. Cierra los ojos y vislumbra el resplandor del verano cosechado en tu interior.
Escrito por su autora, Dallas Jennifer Cobb
Traducido por Templo Dragón
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