Necesitarás el altar que has preparado, 2 velas de cera de abeja, una fotografía tuya, una flor amarilla o anaranjada, lápiz y papel, un sobre.
Enciende las velas, observa con detenimiento y gratitud todas las cosas buenas que hay en tu vida, todo lo que has conseguido manifestar.
Escribe ahora en un papel todas las cosas que te han hecho feliz en el último año, todos tus logros, las cosas nuevas que han llegado.
Contempla tu propia fotografía y felicítate por todas las bendiciones que has recibido, agradece a cada persona o circunstancia de tu vida que te han hecho avanzar, que te han hecho llegar a este mismo momento en el que te encuentras un poco más pleno, un poco más feliz, un poco más maduro.
Toma otra hoja de papel y escribe en ella las cosas que aún faltan en tu vida, aquello que te gustaría poseer, experimentar, realizar…
Junta y dobla ambos papeles y colócalos encima de la flor amarilla para que absorban su vibración, el dinamismo que emana de su color.
Visualiza una luz dorada, cálida, y potente que emana de la flor, envuelven y funden los papeles que contienen tus bendiciones y las que aún están por llegar, visualiza también lo que escribiste en ellos rodeado de esa potente luz dorada.
Visualízate a ti mismo rodeado de esa luz de abundancia y prosperidad, la luz entra por tu chakra corona y te recorre entero, saliendo por tu pies, anclándose a la tierra fecunda, mientras te llenas de optimismo, de fuerza vital, con la certeza de que todas las semillas que posees en tu interior van a fructificar.
Coge las dos listas y coloca en el centro de ellas tu fotografía, introdúcela en un sobre y guárdalo en un sitio seguro.
Apaga las velas y toma un baño relajante con música, velas, aromas…
Agradece antes de dormir la abundancia de la Naturaleza, tu propia abundancia.
Fuente: triskelate