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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Agua solarizada de color

Hace unos días, me preguntabais si el agua azul y el agua de luna es lo mismo. Bueno, pues realmente NO es lo mismo, aunque si quieres añadir al agua de Luna ese puntito extra que aporta la cromoterapia siempre será bienvenido. Todo lo que sea aportar beneficios a nuestra mente, cuerpo y espíritu es de agradecer.
 
¿Y qué es la cromoterapia?
Pues es la sanación por medio de los colores y las vibraciones que emite cada uno de ellos.
 
Entonces ¿Por qué no es igual que el agua de luna?
Pues porque en el agua de Luna, evidentemente, usamos la luz lunar, la que nos proporciona la Luna cuando está en su fase llena, y en éste caso vamos a usar la luz solar, la del astro rey.
 
¿Y cómo se hace el agua solarizada, azul o de cualquier otro color?
Pues es tan sencillo como poner agua (lo más pura posible) dentro de una botella de un determinado color, ponerla un par de horas (mínimo) a que le de plenamente el Sol de la mañana y, una vez cargada de su energía y de la energía que le ha proporcionado el color, poder tomarla a lo largo del día y beneficiarnos de sus propiedades. Por cierto, también podéis probar a hacer cubitos de hielo y así os dura más de un día 
 
¿Y qué colores puedo usar y para qué sirve cada color?
Generalmente los colores para usar en la botella son los 7 colores correspondientes con los 7 chakras. Os los explico:
 
- Agua roja: para adquirir fuerza y energía, revitaliza el cuerpo y la mente, y es apropiada para tratar anemias (activa el sistema circulatorio y la absorción de nutrientes), depresión, melancolía, inseguridad, relajar músculos doloridos, problemas de hígado, estreñimiento y neumonía.
 
- Agua naranja: nuevamente es un gran energizante, que se puede tomar para levantar el ánimo, calmar dolores menstruales, mejorar problemas con el aparato digestivo, asma, hipotiroidismo, alergias, enfermedades de los riñones, el páncreas, el hígado y el bazo, tratamiento de tumores, alejar el miedo y fomentar la alegría.
 
- Agua amarilla: para mejorar la concentración a la hora de estudiar, para despertar la alegría y la sabiduría, limpiar los intestinos y mejorar los problemas de digestión, tratar enfermedades de la piel, hemorroides, parálisis y diabetes.
 
- Agua verde: para reforzar el sistema inmunológico, calmarnos ante estados muy estresantes, luchar contra infecciones, inflamaciones o intoxicaciones, rebajar la fiebre, aumentar la fertilidad, para la hipertensión, la sinusitis y problemas relacionados con el corazón, tanto físicos como emocionales.
 
- Agua azul: para mejorar el descanso, la relajación, aliviar picaduras, equilibrar el tiroides, reducir inflamaciones, es antibacteriana, calma dolores de muelas, de garganta, de columna, oídos y ojos. También es muy utilizada (y por eso es tan famosa) por su facultad para poder borrar cualquier tipo de memoria dolorosa y pensamientos tóxicos del pasado. Una limpieza profunda de nuestro interior, vamos.
 
- Agua índigo: para calmar cualquier tipo de dolor, reducir erupciones, liberarnos de miedos, calmar nuestra mente, purificar la sangre, tratar el asma y la bronquitis, las convulsiones y la tos. Cortar hemorragias, obsesiones y elevar la conciencia.
 
- Agua violeta: para cicatrizar las heridas, calmar dolores de cabeza y migrañas, mejorar el sueño, aliviar dolores de ciática, infecciones de vejiga, tratar adicciones como el alcoholismo, y evitar la pérdida de cabello.
 
Si además queremos potenciar un poco más el agua, podemos poner una etiqueta en la botella con una palabra clave, como pueden ser: ENERGÍA, PAZ, SANACIÓN,... recordad que todo emite vibraciones, y que cuanto más bonitas y puras sean esas vibraciones mejor nos sentarán, a nosotros y a quienes nos rodean.
 
 
Mis cosas de bruja

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