La lluvia es el ciclo limpiador y purificador de la Naturaleza. Como tal, una tormenta de lluvia es un momento excelente para realizar hechizos de este tipo, tales como el siguiente:
Con acuarelas o con tiza, dibuja o escribe el mal hábito en un trozo de papel. Llévalo inmediatamente fuera a la lluvia. Deja que la lluvia disuelva o disperse las acuarelas o la tiza. Del mismo modo se disolverá tu hábito, limpiado por la lluvia santificadora.
El poder de la Tierra, Scott Cunningham