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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Krampus

En épocas antiguas corría el rumor de que una bestia oscura, peluda y con cuernos se presentaba ante las puertas de las casas cierto día de diciembre para azotar a los niños y raptarlos con sus afiladas garras. Por las noches se podía advertir la presencia del Krampus por el eco de los pasos de sus pezuñas hendidas y el ruido de sus cadenas de hierro al agitarse. Pero lo más extraño de esta historia es que este ser terrorífico era ayudante de Santa Claus.
 
Terror navideño
Sin embargo, esta inquietante bestia no era un demonio. Se trataba del mítico Krampus, compañero de San Nicolás (conocido también como Santa Claus, Papá Noel, Kris Kringle, etc.) Aunque San Nicolás tiene ahora la reputación de adorar a los niños y visitarles por Navidad, juzgando su comportamiento y trayendo regalos a los ‘niños buenos’ y trozos de carbón a los ‘malos’, Krampus encarnaba en el pasado el papel de un peligroso acompañante.
 
Se creía en el pasado que este monstruo con patas de cabra, largos cuernos, pelo desgreñado, rostro alargado, semblante malicioso y larga lengua bífida visitaba la casa de los niños que se portaban mal para castigarlos. Se suponía que les propinaba palizas e incluso los raptaba, llevándoselos con él a su cubil del infierno durante todo un año.
 
Según estas leyendas de hace siglos, si un niño se portaba mal, San Nicolás en su omnisciencia lo sabría, y enviaría en consecuencia a su asociado, Krampus. Se contaba de este oscuro colaborador de cola serpentina que aparecía en los hogares en Navidad para castigar a los niños malos. De este modo, les apalearía con un manojo de varas de abedul, les azotaría con crines de caballo y les metería en un saco o cesto de mimbre para llevárselos al infierno por un año entero.
 
Por si ser bueno para Santa Claus no era suficiente para los niños traviesos, la mala fama y el terrorífico aspecto del Krampus eran capaces de convencerles de que debían portarse bien. De este modo, el Krampus era una leyenda muy útil para atemorizar a los niños más revoltosos.
 
 
El origen de la leyenda
Los historiadores no están seguros de cuál es el origen exacto de un personaje como el Krampus en el folklore europeo, aunque se cree que al igual que Santa Claus, el Krampus es anterior al cristianismo y tiene su raíz en tradiciones nórdicas y alpinas del paganismo germánico. Como muchos otros personajes de leyenda, como el propio San Nicolás, la imagen del Krampus ha evolucionado con el paso del tiempo y de forma diferente en las diversas regiones, aunque en cualquier caso, Krampus representaba un equilibrio entre luz y oscuridad, facilitando la armonía entre el bien y el mal.
 
En la Noche del Krampus, en alemán Krampusnacht, la víspera del 6 de diciembre, los niños alemanes se cuidaban bien de no atraer la atención de aquella temible bestia, con la esperanza de que a la mañana siguiente San Nicolás les trajera regalos en su día, Nikolaustag. Según National Geographic, se creía antiguamente que el Krampus era hijo de Hel en la mitología nórdica (Hel, hija de Loki que rige la tierra de los muertos). Su nombre deriva de la palabra alemana krampen, que significa garra. Comparte rasgos con otras figuras de la mitología griega, como sátiros y faunos, y a menudo se le ha retratado en actitudes lujuriosas en tarjetas de felicitación de finales del siglo XIX, persiguiendo a mujeres de carnes generosas.
 
 
Fuente: Ancient Origins

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