Se emplea para paralizar o neutralizar a una persona, no para hacerle daño.
En este sentido, se clavan en fotos y muñecos. Se dice que se hinchaban clavos de olor en las casas para alejar las malas energías. Las curanderas, alejaban los hechizos con ajos y clavos de olor.
Se coloca tres clavos de olor y un poco de sal. Se mezclan ambos en un recipiente y se colocan bajo la cama durante 72 horas.
Luego se enjuagan hasta que la sal desaparezca.
Los clavos se encajan en la entrada de la casa, o en una zona muy cercana al lugar donde se come.
La magia de las brujas oscuras