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Templo Dragón

Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Lume novo

Una de las tradiciones mas extendidas por toda Europa es la quema del tronco de invierno o tronco de Yule.
 
Yule es la forma en la que se le llama al solsticio en las tradiciones nórdicas. Esta costumbre estaba y está destinada a dar vida y poder renovados al sol renacido como también rendir culto y dar tributo a los antepasados, al llegar el amanecer después de la larga noche del solsticio de invierno, las cenizas eran esparcidas en el campo para bendecirlo. Tradicionalmente los troncos de Yule son robles, que simbolizan el árbol cósmico de la Vida. También el pino es típico para las zonas mediterráneas. Esta tradición aun está latente en la península ibérica bajo algunas variantes. Un buen ejemplo es el que tenemos en Galicia, en la actualidad lo conocemos como Natarego o Tizón de Nadal. Parece que solo algunos paganos seguimos quemando el tronco de Yule por estas tierras. La noche del solsticio se deja morir el fuego y se limpia la chimenea, estufa, o cocina para a continuación hacer un nuevo fuego con un gran tronco, a este fuego se le llama: Lume novo. Normalmente se usa un tronco de roble, como símbolo del nacimiento de la luz y tributo a los Dioses. Se deja arder el tronco hasta la mitad, después se apaga para guardarlo durante todo el año como amuleto protector. Se volverá a encender para proteger el hogar y la familia en días de tormenta, o ante cualquier amenaza. Además, las cenizas se utilizan como elemento curativo en cataplasmas, y como ofrendas que se esparcen en los campos labrados para que vengan buenas cosechas. Otra versión es quemar el tronco entero y guardar sus cenizas, de esta manera se utilizarían como polvos mágicos, lanzándolas al fuego para espantar el mal, o incluyéndolas en mil y una recetas mágicas.
 
 
Zeltía La Loba

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