La primavera es un buen momento para meditar sobre los principios. Necesitarás una pequeña concha de mar con patrón en espiral, como de caracol. Si puedes encontrar una que esté en una cadena o llavero, mucho mejor. Encuentra un lugar tranquilo y ponte cómodo en él. Estudia atentamente la concha, hasta que puedas visualizarla a detalle en tu mente. Traza sus curvas con tus dedos. Ahora cierra los ojos y visualiza la concha con tanto detalle como puedas en tu mente. Observa cómo comienza a girar desde el centro de un punto tan diminuto como un grano de arena. Cada cámara está construida sobre la anterior. Si la primera construcción se erigió torcida, entonces todo lo demás tendrá la misma calidad y forma. Por el contrario, si ese diminuto principio fue construido correctamente, todo lo que le ha de seguir será acorde a él en un orden natural y lleno de gracia.
Finalmente, carga con tu concha mientras avanzas por los días que llenan tu agenda. Pon especial atención en cualquier potencial o nuevo principio que hagas.
Escrito por ELIZABETH BARRATTE
Traducido y adaptado por Templo Dragón
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