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Templo Disidente de la Tradición Nativista Correlliana, de la Religión Wicca; en el Mundo Entero

Rubí

El rubí es una de las piedras preciosas no sólo más bellas sino también apreciadas y cotizadas que existen. De hecho los rubíes más puros son escasos, hay muchísimas imitaciones y piedras engañosas y un auténtico rubí puede llegar a ser más valioso que un diamante.
 
El rubí es el mineral más duro después del diamante. Pertenece a la familia del corindón, junto al zafiro, y en realidad la única diferencia entre ambas piedras preciosas es su nombre. Se llama rubí a los corindones rojos y zafiro a todos los demás colores, incluido el rosado.
 
Por su energía tan particular y su color rojizo tan notable y envidiado, el rubí tiene su propio significado dentro de la gemoterapia. De entrada suele estar relacionada con el éxito, poder, liderazgo y la integridad. Se dice que ayuda a concretar los proyectos y a canalizar la energía positivamente, entre otras cosas que veremos a continuación.
Desde la antigüedad, el rubí era símbolo de poder y vitalidad. Como era usada con frecuencia por miembros de la realeza, se le ha llamado "el rey de las gemas". Se reporta que en algunas culturas los guerreros incrustaban rubíes en su piel para tener coraje y protección durante batallas, ya que era considerado un talismán contra todo mal y peligros.
El rubí era venerado en muchas civilizaciones antiguas. Antiguos códigos islámicos hablan de un rubí que tenía el poder de la invisibilidad y que protegía contra cualquier herida o problema físico. Los griegos, por su lado, la llamaban “apiroto”, una gema invulnerable al fuego que era consagradada al dios Apolo.
 
En India, el rubí era una joya muy venerada no sólo por su color, ya que lo asociaban con el fuego y una relación directa con el Sol. La consideraban "ratnaraj" o "ratnanayaka", que significa "el señor de las gemas" y que su llama interior era capaz de garantizar larga vida. De esta manera, el rubí les representaba el fuego interior, el amor y la pasión.
 
En la Edad Media, se creía que el rubí tenía poderes de adivinación y presagios, ya que si su color se oscurecía, decían que se avecinaba una desgracia. En Birmania, donde se extrae mucho, la han usado como talismán contra las enfermedades, heridas y la mala suerte. Inclusive en la Biblia también se ha citado a la gema, donde se dice de ella: “La voluntad es más valliosa que los rubíes”.
 
Debido a que los rubíes eran considerados símbolos de poder, los usaban reyes, emperadores y otros miembros de la nobleza. Se decía que los anillos con rubíes debían llevarse en la mano izquierda para protección y para dar energía a quienes lo usaban para tomar decisiones importantes, correctas e inteligentes.
 
Por esto mismo, se decía desde tiempos antiguos que el solo hecho de poseer un rubí en nuestra persona daba tanto inteligencia como poder y seguridad personal, y seguramente por ello era una de las piedras preciosa más utilizadas no sólo por gobernantes, sino también por papas y cardenales. Inclusive los religiosos usaban rubíes como sellos antiguos y tallaban la gema para validar importantes documentos de su época.
 
Entre las múltiples propiedades de un rubí comenzamos con su gran poder positivo. Como es una gema cálida relacionada con el sol, también se le asocia con la buena vibra y la energía positva, así que te ayuda si estás desmotivado o cansado con su poder vigorizante, para que concretes tus proyectos de la mejor manera posible.
 
También se dice que ayuda a eliminar toxinas y desintoxicar la sangre. Es una gran aliada del sistema circulatorio, pues fortalece el corazón, ayuda a que la sangre circule mejor por nuestro cuerpo, con mayor oxigenación y pureza. Incrementa igual nuestra vitalidad y energía física, estimulando todo nuestro organismo.
 
El rubí también es la piedra de la sexualidad, ya que estimula nuestros órganos sexuales, dando mayor potencia y fertilidad. Además, su energía sube la libido, pues es muy erotizante y energizante. Ayuda a regular ciclos menstruales y problemas de vejiga o de próstata. En la gemoterapia se usa mucho para tratamientos de impotencia y frigidez.
Su alto nivel energético también te ayudará a lidiar con tus problemas y mantenerlos alejados, sobre todo en casos de desamor y problemas del corazón. Ayuda a fortalecer las relaciones interpersonales con familia, amigos y compañeros de trabajo, así como devolver la pasión con tu pareja, gracias a su intenso color rojo y poder de elevar la confianza en ti mismo.
 
Poner una piedra de rubí en tu mesa de luz o debajo de la almohada supuestamente puede mejorar tu sueño y curar el insomnio. Además puede ayudarte a mejorar tu memoria, ya que un mejor descanso significa una mente más limpia y saludable.
 
Por si fuera poco, el rubí actúa como protector contra los enemigos, ya que dicen que oscurece su color cuando el peligro o la negatividad y malas vibras se acercan a quienes lo portan, incluso si le amenaza alguna enfermedad. No se aconseja que personas muy impulsivas, irritables, viscerales o emocionales la lleven, porque el rubí puede potenciarles esto.
 
Se dice igual que el rubí tiene grandes poderes de sanación espiritual. Gracias a su poder energético no sólo ayuda a ahuyentar los malas malas energías y pensamientos, sino que también aleja la tristeza y ayuda a mantener nuestra mente despejada para un mejor desarrollo espiritual y sentimental.
 
Al tener tanta carga energética, el rubí también ayuda a abrir el chakra del amor y mantenerlo equilibrado. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con las piedras impostoras o sintéticas que se hacen pasar por rubíes, en un mercado que fácilmente engaña al consumidor y que evidentemente no cuentan con los mismos poderes esotéricos.
 
 
Ascinsus Bruxa Esaje.

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