Estamos acostumbrados a utilizar aceite esencial de romero y estamos olvidando el alcohol de romero de nuestras abuelas.
El aceite se obtiene por extracción por corriente de vapor, mucho más rápido.
Nuestras abuelas hacían alcohol de romero de la siguiente manera:
En primavera, con luna llena y el romero florecido, con unas tijeras cortaban con cuidado la punta de las ramas que tenían más flores, así no hacían padecer la planta. Introducían las ramitas en un bote de vidrio, la mayor cantidad posible; después llenaban el bote con alcohol (del bueno) hasta casi el borde, cubriendo la planta.
Lo ponían en una terraza, balcón o ventana durante 15 días a sol y serena sin tocarlo.
Después de pasado estos días colaban el alcohol y con un lienzo prensaban las ramas hasta sacar la última gota. Lo guardaban en pequeños frascos herméticamente cerrados para que no se evaporara. Lo utilizaban para muchas cosas: curas, rituales, perfume, masajes, golpes...
Miquel Bailac