Todos tenemos momentos en que nuestras emociones superan nuestro buen juicio. La ira, en particular, tiene la capacidad de distorsionar nuestra percepción y comprensión. Si sospechas que tu ira está nublando tus pensamientos, tómate un tiempo para respirar hondo, usa una vela morada para transmutar ese estado de animo.
Piensa únicamente en tu respiración. Mira dentro tuyo.
Cuando estés tranquilo, recita lo siguiente:
Dejo que mi rabia salga y calma mi corazón herido.
Quito las escamas de mis ojos, pido ayuda a mi ser superior para ver a través del odio y la mentira.
No más mis pensamientos estarán nublados, será la verdad todo lo que vea con claridad.
Permíteme entender con claridad y volver a una mente aguda y serena.
Yo soy un ser pleno, que vive en armonía y en paz conmigo mismo.
Repite esto las veces que sea necesario.
Cuando no estés en posibilidad de prender una vela, busca un lugar donde puedas estar a solas y visualiza la vela encendida, evoca el olor a lavanda que te relaja y haz tu declaración de tranquilidad y claridad mental.
Escrito por EMILY CARLIN