Las palabras de mi vida pasada quedaron registradas en el universo.
Los Dioses antiguos reclamaban su lugar en mi corazón y espíritu. La iniciación en nombre de Aradia revivia. Los poderosos guardianes me recibían nuevamente.
Hoy quiero que mi juramento quede en la memoria del universo:
Aradia y Cernunnos guíen a esta hija suya a través de las encarnaciones. Ustedes son mi familia, mi casa, mi escuela.
Luna y Sol, en esta era los hermanos del arte somos reconocidos nuevamente como: Los hijos de la Diosa.
Por Las Brujas.