Todos los seres humanos estamos en capacidad de rechazar maldiciones o malos pensamientos, solo con conectarnos con el Ser supremo que está en todo lo que vemos y muy dentro de nosotros. Por los condicionamientos externos que siempre nos ha hecho creer que el poder se encuentra afuera y no dentro de uno, se hace necesario realizar algún ritual para permitir hacer esa conexión de una manera más tangible y más accesible.
Les recuerdo una vez más, nadie tiene poder sobre nosotros a menos que lo permitamos, casi siempre quien nos desea un mal, nos agrede y nos molesta siente tanto miedo, que necesita utilizar todos estos elementos para darse a si mismo fuerzas y poder seguir.
A continuación les doy un ritual para concentrarnos y estimular el poder divino interno y rodear de una burbuja de protección que envuelva todo nuestro entorno. Es ideal realizarlo en familia. Hazlo durante una semana, a partir de un Lunes en la Noche.
Materiales:
Una vela roja.
Carboncillo
Mirra
Hojas de ruda
Un vaso con agua.
Un poco de sal.
Procedimiento:
Coloca todos los materiales en una mesita o altar que utilizaran para el ritual. La vela en el medio, el carboncillo, el vaso de agua y la sal haciendo un triangulo alrededor de la vela. Respira profundo y enfocándote en la persona que te lanzo la maldición, si sabes quién es, sino lo sabes, visualiza una sombra con forma humana y di en voz alta: Dios bendice todo tu Ser.
Luego enciende la vela, el carboncillo y sobre él, coloca la mirra y las hojas de ruda. Luego dirás la siguiente oración:
Invoco a todas las fuerzas del Universo, rechacen de raíz todo pensamiento negativo dirigido hacia mí. Tierra, Agua, Fuego y Aire quiten toda la fuerza a mi adversario. Tu maldición nada pueden contra mí y todos tus maleficios regresaran hacia ti triplicados cada vez esto lo ordena y consigna (di tu nombre) bajo la protección de las fuerzas supremas. Así sea
Es importante tener presente que se está devolviendo un mal no estamos haciéndolo, no se centren en pensamientos negativos, como que le suceda algo, que se muera, etc., etc., Solo devuelvan la maldición y sigan su vida, no queden encadenados al sentimiento de malestar. Si se les hace difícil quitar la atención del hecho, hagan el acto de bendecir al adversario y a sí mismos, no piensen en más nada, vuelvan la atención hacia hechos agradables de sus vidas. El impacto es muy profundo cuando logramos reponer la alegría en nuestro interior.
Magia Blanca